«¡Di queso y haz una pose!» Por supuesto, a veces también pedimos a la gente que pose para la cámara. Pero, ¿cómo capturar los momentos espontáneos sin interrumpir la magia? Amigos que se ríen tanto que lloran, la nana acariciando la mejilla de un nieto o alguien que está completamente cautivado por lo que está haciendo.
A continuación se ofrecen algunos consejos que le ayudarán.
Se discreto.
No interrumpas el momento y toma tu foto a distancia cuando las personas que deseas capturar estén ocupadas haciendo otra cosa.
Concéntrese en los sentimientos y las interacciones.
Una risa, un abrazo, una sonrisa descarada o una expresión pensativa. Le brinda retratos genuinos que capturan la personalidad de las personas.
Aprecia las cosas simples.
Capture los momentos que definen su vida diaria. Como cocinar juntos, leer cuentos o acostar a los niños.
Incluye las cosas que no son perfectas.
La vida es complicada, así que captúralo todo. Platos sucios, ropa sucia o un piso lleno de juguetes. Todos son parte de la historia y brindan una descripción honesta de cómo es tu vida. Todo es parte de tu historia.
Utilice el modo ráfaga y tome algunas fotografías de la misma situación.
Eso te dará más oportunidades de capturar realmente el sentimiento del momento.
No edites demasiado tus fotos, podrías perder su sensación genuina.
Las fotografías espontáneas nos permiten revivir cosas una y otra vez y nos recuerdan que debemos estar presentes en el momento. Así que no dirija ni escenifique sus recuerdos, simplemente intente capturarlos tal como son.
Y recuerda que hay otras formas de capturar recuerdos, en caso de que no tengas la cámara cerca o si simplemente quieres estar en el momento.
Siempre puedes escribir algo sobre ello después. O pregúnteles a todos qué recuerdan de todo esto o por qué no pedirles a los niños que lo dibujen (o incluso que dibujen algo usted mismo). Algunos momentos los logras captar con la cámara y otros no, pero siempre hay una manera de ayudarte a recordarlos y no siempre tiene que ser una foto.