Ya sea que estés buscando avanzar en tu carrera o simplemente mejorar tu oficio, la forma en que presentas tu trabajo dice mucho. Los portafolios de fotografía bien cuidados te distingue de los aficionados, mostrando no solo tus habilidades técnicas sino también tu capacidad para seleccionar. Entender qué tomas incluir (y, lo que es más importante, cuáles dejar fuera) es un paso crucial en este proceso.
De la mano de Justin Mott , este revelador video analiza algunos de los errores más grandes que cometen los fotógrafos en sus portafolios. Mott enfatiza la importancia de la selección de fotografías. Por ejemplo, señala la tendencia común entre los aficionados a incluir fotos que realmente no pertenecen a un portafolio profesional. Tomemos, por ejemplo, las fotos de viajes de niños mirando directamente a la cámara. Si bien estas imágenes pueden ser lindas y parecer que capturan el momento, a menudo parecen instantáneas en lugar de un trabajo profesional y pulido. Mott sugiere que, en lugar de conformarse con la foto fácil, debería esperar a un momento más natural y sin posar para capturar algo realmente atractivo.
Incluye imágenes cliché
El vídeo también destaca los riesgos de incluir imágenes cliché, como la imagen demasiado familiar de una persona mayor vendiendo productos en un mercado. Mott sostiene que este tipo de imágenes, aunque pueden parecer interesantes a primera vista, a menudo carecen de profundidad y originalidad. En lugar de conformarse con lo obvio, te anima a interactuar con el sujeto, tomarte tu tiempo y pensar en cómo puedes hacer que la escena cobre vida. Esto puede implicar encontrar la luz perfecta, esperar el momento adecuado o incluso encuadrar la toma de una manera más creativa. El objetivo es evitar imágenes que parezcan incómodas o escenificadas y, en cambio, crear algo que parezca auténtico y poderoso.
La importancia de la precisión técnica
Otro punto clave que Mott analiza es la importancia de la precisión técnica. Destaca que las imágenes poco nítidas, las luces sobreexpuestas o las tomas aleatorias de edificios que no cuentan una historia no tienen cabida en un portafolio profesional. Recuerda a los espectadores que el portafolio de un profesional debe estar libre de fallos técnicos. Si una imagen no está nítida donde debe estar o si la exposición no es la adecuada, es mejor dejarla fuera. Puede parecer un consejo básico, pero es un recordatorio de que la atención al detalle es lo que separa a los profesionales de los aficionados. Mott también advierte contra la redundancia. Es fácil encariñarse con determinadas tomas, especialmente si se tomaron durante un viaje memorable o un acontecimiento emocionante. Pero llenar el portafolio con múltiples imágenes similares puede diluir el impacto de su trabajo. En lugar de ello, Mott aconseja seleccionar la imagen más fuerte y dejar que se destaque por sí sola.
Lo que se destaca en este video es el énfasis en la intencionalidad. Mott no solo comparte una lista de lo que se debe y no se debe hacer, sino que te anima a abordar tu portafolio con un ojo crítico, centrándote en lo que cada imagen aporta a tu narrativa general. Un portafolio profesional no se trata solo de mostrar tu mejor trabajo, sino de mostrar un trabajo reflexivo, refinado y deliberado. Mira el video de arriba para ver el resumen completo de Mott.